SITIO WEB DEL GUIONISTA Y REALIZADOR JOSÉ RAMÓN GÓMEZ 'PI'

CONOCE A PI

cibernaculo pi

EL PSICODÉLICO PROMETEO



En repetidas ocasiones, mis amigos, con cariño indudablemente o eso quiero creer, me dicen que estoy muy mal, fatal, o más directamente que estoy como una cabra. Por momentos, a fuerza de repetírmelo, termino dudando sobre mi cordura, pero enseguida me insisten en que no cambie, me aseguran que soy especial y único (para ellos, evidentemente), y que para eso están los colegas, para mantenernos incólumes y erguidos, como el monolito de “2001”, en nuestro tempestuoso camino por muy enrevesado que se ponga.


La cuestión, sin pretender ser arrogante, es que creo en lo que hago, y eso me da la energía suficiente para continuar esforzándome, para seguir aprendiendo, estudiando y enredando, pese a las constantes trabas que se interponen.


Admito un cierto complejo de “Peter Pan”. Soy un niño que se afeita todas las mañanas, que se niega a envejecer y se apega con entusiasmo y rebeldía a sus sueños de infancia y adolescencia. Sí, acepto que me ahogo en mi mitología personal, casi siempre de antihéroes como Poe, Phillip K. Dick, Paul Naschy, Jesús Franco, o Edgard Neville y tantos otros creadores que lucharon contracorriente, marcaron la diferencia (como se dice ahora) y el “contexto” de su época no reconoció su valía merecidamente o les arrolló sin ninguna consideración. ¿Qué puedo esperar si mis ídolos favoritos sufrieron inmerecidamente el ostracismo más cruel?


No pretendo compararme. Ellos eran grandes realizadores, escritores, dramaturgos o poetas. Yo sólo soy PI, un fan, en el mejor de los casos, pero me insuflaron un veneno a través de su inspiración que me corroe por dentro y me alienta a entender la vida como una aventura maravillosa y extraordinaria hacia el “The End”, sin aspavientos ni dramatismos, otra hazaña por revelar, una camino en el que me precipito entusiasmado, saboreando mis denodados e inútiles afanes y fatigas por no llegar a ningún lado.


No quiero confundiros. No hay tristeza en lo que digo. Apuro cada oportunidad con una pasión arrolladora, implicándome hasta el tuétano en los proyectos más atolondrados e insensatos, quizá exagero, por lo menos imprudentes, y me dejo la piel con satisfacción en cada uno, por humilde o irrelevante que sea.


Finalmente, cuando termino de incluir el último crédito y la fecha, solo contemplo un monstruo al que se le distinguen todas las costuras, los hilos y las torpes puntadas que apenas sostienen su carne putrefacta, las horribles cicatrices de un proceso en el que tienes que partirte la cara contra la tosca realidad. De pronto, te cambia la luz o las sombras se desplazan, o se estropean las cámaras o se acaba la gasolina en el generador mientras combates contra el minutero del reloj y los cientos de imponderables del medio, siempre trabajando con poca o nula capacidad de producción, resolviendo a cada momento el desastre que parece avecinarse.


A fin de cuentas, he creado un “Frankestein” que observo a distancia con compasión y frustración. Me dura poco, porque enseguida, como en la novela de Mary Shelley, el espantajo reclama con obstinación mi autoría so pena de perseguirme durante el resto de mi vida si no le reconozco como hijo legítimo y le presto toda mi atención y, por supuesto, le respeto con suma admiración, profesándole amor incondicional contra cualquier circunstancia adversa.


Nada más. Amo las leyendas, los mitos, los grandes relatos, los cuentos y las historietas, porque son las que me han hecho como soy y me han traído hasta aquí. Como una madre benévola y comprensiva, me han dado la vida y me han ayudado a soportar la infamia entre tanto desconcierto con una sonrisa en los labios, indulgente a menudo, sarcástica en ocasiones.


Gracias por prestarme vuestra atención. Es un auténtico privilegio. Un saludo fuerte y sincero.


José Ramón Gómez 'Pi'



e-mail: grandmasterpi@hotmail.com

Tfno: 662285860



cibernaculo pi

Let's Rock!